miércoles, 20 de enero de 2016

Comentario de Fernando Salazar Hijar


Escarcha que te vi nacer… De entre numerosos versos, la temática trazada permanece a lo largo de todo el poemario. El amor se bate entre numerosos rasgos que tienden a la evolución poética dentro de un mismo marco, de un mismo autor: Marinero de furor veterano… Poeta sin tierra¡Corsario y marinero solitario! El poeta se desgarra entre estilos, forjando su estilo, y hace de su obra crisol de inspiración, técnica y vanguardia, entre versos maduros y frases inocentes que al mismo tiempo muestran su obsesión y su capacidad ante la imponente literatura que vuelve posibilidad en sus manos y se define a lo largo y en el total de la obra lograda.

Maurizio Veletti en Ella (alondra y escarcha) habla de sí mismo en una obra que no necesita de otro referente para ser analizada o comprendida, pues inspiración y literatura se amartelan en torno a un tema que a veces es mujer, otras mitología; occidental, oriental; mar océano y caribeña nostalgia corsaria.

Veintitrés haikus y dieciséis poemas, con su proemio y epílogo, se vuelven un buen pretexto para volcar la atención y dejar a la sensibilidad trabajar mientras se disfruta la suavidad del lenguaje empleado:
Escarcha que te vi nacer
alondra que te vi crecer dentro de los  límites de mi país inventado comiendo versos y revoloteando  entre  mis pensamientos
¡A ti dedico este canto!
¿Mencioné la suavidad? Después de leer una y otra vez cada poema, sin tecnicismos ni alardes de crítica erudita, de sublimidad forjada en el trabajo ajeno y sin más herramientas que la lectura misma, leer a Veletti es gozar de la corriente que su literatura alimenta con fuerza para que, de principio a fin, leer sea sólo el cauce natural que alcanza la imagen lograda.
¡deja al inmenso y traicionero mar-océano, a sus líquidos y salados labios:          
                                                 sepulcro               
                 mortaja                  
                                                    y sudario 
de tu alondra y escarcha! 
¡Corsario y marinero solitario! 
¿qué es lo que aguardas? 
¡regresa ya a tu patria!
La rítmica es de igual modo una característica sobresaliente en este poemario, hace de cada verso una pieza bailable, aportando una cadencia más que agradable al lector. En cada verso, la sola ordenación de las frases, la colocación de las palabras, el corte entre líneas, enriquecen con musicalidad, un valor agregado a la temática misma.

En definitiva, la obra se define en su conjunto y no en un verso… el proemio no da pié al epílogo, aunque se complementa, no basta para desembocar naturalmente, sino que la literatura de Veletti es la corriente que arrastra a la mente lectora con suavidad, con ritmo, con letras hasta la patria del protagonista, del pretexto de la alondra y la escarcha que se confunden con las huríes, buscando satisfacer la veleidad de la ansiosa necesidad de un corsario en el caribe, el deseo de terminar para empezar nuevamente y culminar en el autor mismo, de quien su obra no es más que su reflejo.


Fernando Salazar Hijar
Prólogo a la edición
Ciudad de México, mayo de 2008

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