martes, 26 de enero de 2016

Comentario de Mauro Hernández Fuantos


Si la poesía es musical, pero no música, Maurizio Veletti con Ella (alondra y escarcha) nos demuestra otra posibilidad con un poemario en el que sobresalen rimas asonantes y versos que parecieran contaditos, pero que al final se re-suman, se re-cuentan para cumplir con una cadencia individual y con una experimentación con estructuras clásicas (romances, décimas, sonetos, haikús).

Así sorprende en una actualidad en la que jóvenes poetas tienden al miedo por rimas y métricas, prefiriendo la soltura aparente de versos libres. Maurizio quita ese miedo y se rinde a una poética donde importa sobre todo una intuición de escucha.

En cuanto a temática son bastas las ideas que giran en torno a su musa. El cantautor Fernando Salazar Hijar lo explica mejor: "el amor se bate entre numerosos rasgos que tienden a la evolución poética dentro de un mismo marco, de un mismo autor".

Entre las alondras es el macho el que más canta. Entonces bien, la alondra hembra, menos cantora, puede tener la propiedad fría de la escarcha -aunque la portada del libro es de una mujer llameante, obra de Yza Fercasi: Deseo. El alondro [sic.] ¡Amante de una alondra y de su vuelo escarchado! (Proemio) vuela bajo, tocando el mar con un congelado plumaje, derretido después por un verde viento -su esperanza- que pinta sus ojos y se posan discretos en los marrones otoños de Ella, la alondra.


Mauro Hernández Fuantos (estudiante de preparatoria)
Ciudad de México, septiembre de 2008

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